Alejandro III de Macedonia, hijo de Filipo II de Macedonia y apodado el grande (Magno), murió en Babilonia en junio de 323 adC.
El paradero de la tumba se desconoce, y es considerado otro Santo Grial de la arqueología moderna: el cadáver del general macedonio, necesario para aclarar las circunstancias de su repentina muerte a punto de cumplir los 33 años, no se ha encontrado aún, y puede que esté perdido para siempre.
Entre otras hipotesis, hay una que situa el cadaver debajo de la Basílica de San marcos, en Venecia.
Hace 3 años
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